Por distintos motivos tuvimos que viajar a Cali y por supuesto nos comunicamos con el presidente ejecutivo de la Fundación Pro Música Nacional de Ginebra para proponerle compartir un café.  Su respuesta fue: “Claro Manuel, pase por aquí por la oficina, cuénteme: ¿cuánto tiempo va a estar aquí?  Tengo un concierto maravilloso y lo más maravilloso es que es gratis y tengo boletas…”.  Respuesta típica de este hombre generoso, bonachón, tranquilo, sencillo y meticuloso, quien con su don de gentes ejerce la diplomacia y el amor por nuestra música andina colombiana como el que más.

Luego de tocar en la puerta de la calle 36^N No. 3G^N – 89 del barrio Prados del Norte, nos abre una dama de cabello dorado, estatura mediana y tez blanca que al vernos y con una amplia sonrisa nos saluda con un sonoro:  “¡Huele a Mono!  Ella es Claudia Conde quien, sin dudarlo, nos invita a pasar.

No alcanzamos a dar un paso, cuando, por una puerta del fondo, sale un hombre alto, de tez blanca, cejas pobladas, gafas y cabello liso y nevado que abriendo sus brazos nos da un “abrazo apretao” sellando así un caluroso recibimiento a la sede de Funmúsica en Cali.  Este hombre, este gran hombre es Bernardo Mejía Tascón, director ejecutivo (como prefiere que le llamen) de Funmúsica, el mismo que nos invitó al concierto maravilloso…

La Historia

Bernardo Mejía nació en el corregimiento de La Marina del municipio de Tuluá en el Valle del Cauca. Su abuelo y su padre, Martín Alfonso Mejía Escobar, ambos oriundos de Jericó, Antioquia compraron una finca a la entrada de La Marina.  Allí don Martin conoció a la madre de Bernardo, María Ofelia Tascón Orozco, hermana de la telegrafista del lugar y nacida en Mistrató, Risaralda . “Mi mamá vino a visitar a mi tía y ahí conoció a mi papá y se casaron en Jumbo, Valle del Cauca.  Luego se fueron a vivir, ellos, a Tuluá y ahí nacieron otros hermanos.  Nosotros nacimos en La Marina, mi hermana y yo”.  En total fueron 7 hermanos, de los cuales han fallecido dos.

Cuando habla de su familia se emociona.  “Tengo tres hijos maravillosos, pero maravillosos, una espectacular familia, mi mujer y yo hemos hecho…fuimos muy afortunados…”  Amoroso esposo de María Cruz Valencia y orgulloso padre de Bernardo, Martín y Eleonora, quienes ya le asignaron el cargo de abuelo.

No recuerda quien lo invitó a ser socio de Funmúsica,  sí que fue hace más de 40 años. “Yo iba a la asamblea siempre con Crucita y con los niños cuando fueron naciendo y creciendo…Un día en una asamblea hablé de más, entonces me postularon a la junta (risas)  y ¡me eligieron!”.  Al año siguiente lo eligen vicepresidente y, tras la renuncia del presidente de ese momento “Yo quedé montado en la vaca.  Eso fue como en el 98 o 99 del siglo pasado, ahí me estuve un par de años, en ese momento se retiró Martha Roldán que era la directora ejecutiva y me lo propusieron a mí y yo acepté…”.  Es director ejecutivo desde el año 2000.

Bernardo reconoce que: «en Funmúsica Trabajamos mucho en mejora continua, buscamos, miramos que nos puede funcionar, que podemos cambiar… y por eso yo creo que nadie puede decir que Funmúsica no comete errores, sino que no los comete dos veces.  Si hay un error un año, con seguridad el año siguiente se ha corregido.”.

El hombre que lleva a cuestas el Mono Núñez hace 25 años vive en Cali, en el Paseo Santa Teresita, cerca al zoológico, bachiller del Salesiano del Tuluá, ingresó a la universidad a estudiar ingeniería química hasta que debió hacerse cargo, como hermano mayor, de la familia una vez muere su padre.  Con un trabajo exitoso, decide emprender estudios de administración de empresas en horario nocturno, pero aún hoy añora la ingeniería y la vive en su quehacer diario.

Bernardo Mejía Tascón tiene mucho por compartir: anécdotas, historias, gracejos, música, conocimientos.  Sus memorias serán extensas pero agradables como su protagonista, El Hombre del Mono.